ESTO NO ES UNA TELENOVELA DE VERDAD... LAS PERSONAS MENCIONADAS NO TIENEN NADA QUE VER CON ESTE PROYECTO, SOLO INSPIRAN LA WEBNOVELA
martes, 16 de febrero de 2010
capitulo 8
A medio dia Augusto va a casa a almorzar. Se sorprende al ver a su esposa en la cocina:
--¿cocinaste tú?
Gabriela lleva delantal y está probando la comida:
--¡¡mira como me agarraste¡
Augusto la mira con mucho cariño:
--estás bellísima...
Los dos se miran enamorados y se besan apasionadamente.
--te voy a manchar --dice ella.
--No importa --susurra él.
Los dos son muy amorosos el uno con el otro. Las empleadas están en shock. No entienden lo que ha pasado. Todos comentan que la señora parece otra. Augusto le habla a Gabriela con mucha dulzura:
--¿no me dejas probar lo que cocinaste para mi?
--a ver si te gusta...
--seguro que sí... --cariñoso.
Ella misma le pone la cuchara en la boca. Su rostro es de satisfacción:
--delicioso...
Gabriela se siente más tranquila. Mientras Augusto ordena a las empleadas que pongan la mesa, no deja de besar y acariciar a su esposa. Así van hacia el salón. Gabriela siente un poco de pena:
--nos van a ver los niños...
Pero el amor y la pasión que sienten el uno por el otro es demasiado fuerte. Ninguno de los dos puede controlarse.
--los niños estarán encantados de verme feliz... --jadea él.
Y de nuevo besos y acaricias. En la mesa logran controlarse pero no dejan de intercambiarse miradas de amor. Después de comer, el matrimonio se retira un momento al cuarto a descansar.
--Me ha comentado mi hermano que has estado en la clínica...
Augusto está encantado por la preocupación de su esposa por su familia.
--Es que queria saber de tu primo y aprovechando que los niños estaban en la escuela pasé un momento... ¿te molesta?
Augusto la besa. La abraza.
--claro que no... ¡¡te amo..¡ ¡¡te amo...¡
él la besa y ella está feliz. Pero hay algo que a Augusto lo tiene intrigado:
--también me comentó mi hermano que tuviste un pleito con el tio... ¿es que te ofendió?
Paulina no le ha comentada nada grave con el tio de su esposo aunque claro, Paulina le ha dejado de comentar tantas cosas. Gabriela habla con cuidado:
--nada importante... los dos tenemos nuestro carácter...
--un carácter maravilloso... Te amo tanto... te deseo... Estaría todo el dia haciendo el amor contigo --dice él muy picaro.
Ella también lo desea. Se muestra picara:
--¿sólo el amor?
--Puedo hacerte el amor con una siempre caricia --dice él apasionado.
Él la acaricia y ambos jadean. Él es muy dulce, muy mimoso. Los dos se obsequian besos y caricias. Los dos están muy felices y... enamorándose dia a dia...
Augusto vive un dia tenso en la clinica. Toda la familia está muy alterada. Cuando llega en la noche se desahoga con su esposa. Después de hacer el amor se disculpa porque sólo fue al grano, preocupado por su placer. Necesita descargar. Luego teme que ella se haya molestado:
----sé que he sido bruto... Perdona sí te ofendí...
Ella apoya la cabeza en el pecho de él enamorada:
--estar contigo es maravilloso.
Él le acaricia los cabellos satisfecho.
Gabriela duerme feliz en brazos de su apuesto falso marido. Augusto no puede dormir. Está muy preocupado por todo lo que le está pasando a su prima. La mira enamorado:
--todo el mundo me decía que era un error, que tú no eras buena gente, que no me querias...
Sonríe. En algún momento él llegar a empezar a creer en los que decían que ella se habia casado por él por dinero:
--Ahora sé que me amas como yo a ti... Desde que nos conocemos todo fue tan loco... Entre días te hice mi esposa, sé que aunque fue una locura esa boda fue una bendita locura...
Gabriela mira enamorada a Augusto:
--a mí solo me bastó una hora para saber que te amaba ...a lo mejor algo bueno sale de esto...
Augusto la besa feliz. Pero es una felicidad en sombras, s le da pena la angustia de su familia pendientes de su prima, además siente que a su hermano le preocupa algo. Todos esos sentimientos le ponen muy nervioso y no le dejan dormir. Como no quiere despertar a su esposa sale de la cama con cuidado de que ella no se mueve. Agarra el boxers. Augusto padre está por los pasillos en boxers. No se resigna a la la joven y guapa Paulina no quiera nada con él.
--¡es una cualquiera, una arribista...¡ ¡¡me sacó todo lo que quiso y ahora no se me va a hacer la decente¡
Padre e hijo se encuentra en el pasillo.
--¿qué haces aquí, papá?
El hombre se pone muy nervioso y se esconde en otra pregunta:
--¿y tú?
Se da cuenta que su hijo no va a dormir así que se despide de él con un beso y se va frustrado. Antes de entrar en su dormitorio mira hacia donde duerme la falsa Paulina y se jura asi mismo que volverá a saborear ese cuerpo que lo enloquece.
Augusto le sonrie con cariño y se va a su cuarto. Mira enamorado a Gabriela. Siente que con ella está en el cielo. Se saca el boxers y vuelve a sus brazos.
En la mañana Gabriela se comporta como una perfecta ama de casa. Prepara el desayuno a los dos hermanos, los trata con mucho cariño. Éstos no dejan de mirarse con complicidad, resaltando el cambio de la mujer. Gabriela se despide de Eduardo como si fuera un hermano. Augusto sonrie orgulloso al ver lo amable que es su esposa con su hermano. Luego el supuesto matrimonio se despide con un beso. Entonces Augusto se da cuenta que se ha dejado unos documentos en casa. Corre a buscarlos. Gabriela se mueve tranquila seguro que su esposo no está. Augusto entra en el dormitorio. Le quiere dar un susto a su esposa al ver que está en el baño. Le sorprende ver que manipula la cisterna del wáter. No entiende nada. Gabriela no se da cuenta que está siendo espiada. Dentro de la cisterna, en una bolsa de plástico están escondidas unas pastillas. Se toma una y vuelve a dejarlo todo como estaba... Augusto se ha quedado pálido:
--¿¿qué es lo que me está ocultando?
Se queda preocupado. Sale al jardín. Llama a su esposa:
--Mi amor, me dejé un dossier... me lo puedes alcanzar a la oficina...
--si claro...
Besos, un te amo. Gabriela saliendo a toda prisa y Augusto entrando en la casa. Buscando en el escondite de su amada:
.--a ver que es esto...
Siente que un puñal le atraviesa al alma al descubrir que su esposa tomaba anticonceptivas a escondidas. Sus ojos se llenan de sangre.
Adrián se acerca al baño. Sólo lleva unos boxers. En la ducha está su esposa. La mira con deseo. Se baja el boxers. Va hacia ella. Virginia está como ausente. No mira a su esposo con el deseo habitual. No responde a las ardientes caricias de él. A él le duele que la joven no esté tan excitada como él. Adrián muerde a su esposa en el cuello:
--me encanta hacerte en la ducha...
Él jadea, ella es de hielo. Muy sofocado él le pregunta:
--¿que te pasa...? te noto fria...
Virginia quisiera poder hacerlo para que Adrián no sospeche que le ocurre algo pero le es imposible. Su cuerpo rechaza al de su esposo.
--Lo siento... no me apetece... tal vez más tarde...
Virginia se muestra distante. Adrián no le dice nada aunque la mira muy sofocado. Virginia se cubre con la toalla y se va. Adrián se queda en la ducha frustrado para bajarse un poco la calentura. Con tristeza mete la cabeza bajo el agua mientras ésta desliza por su cuerpo. Virginia entra en el dormitorio y al ver la cama su negro de los sueños aparece nuevamente en sus pensamientos y sólo con eso ya se pone a mil. Trata de controlarse pero siente un deseo, unas ganas de explotar que ni puede ni quiere frustrar. Virginia corre hacia el baño. Adrián se está secando. Aún sigue desnudo. Virginia se le tira encima., Él está sorprendido pero feliz. Se deja hacer de todo, es un ataque sexual a toda regla. Adrián es una marioneta en las manos de una ardiente Virginia. En la ducha, en la cama... Es un polvo salvaje. Después ella se siente frustrada, él está reventado de tanto placer. Resopla:
--guau...¡ no voy a ser capaz de levantarmen en dias --dice él excitado.
Virginia está muy atormentada. No entiende lo que le pasa. Adrián no se da cuenta de la tristeza de su esposa. Goza del sabor que le ha dejado el coito:
--nunca habia sido tan apasionada...
Ella se esfuerza por no mostrarse distante:
--y te molesta?
--me encanta... --dice él con cara de picaro.
él duerme y ella está sofocada:
--¿qué me está pasando?
No entiende como un hombre de un sueño puede estar poniendo en peligro su matrimonio.
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