martes, 16 de febrero de 2010

capitulo 11



Augusto abraza a su hermano:
--¡¡Felicitame... vamos a tener un hijo...¡
Eduardo y Augusto se unen en un cariñoso abrazo. Eduardo está contento:
--¡¡es lo que tú querias pero... --confundido-- ¿no que Paulina era esteril?
Augusto sonrie. Entiende la sorpresa de su hermano. Lo acaricia con cariño:
--Luego te cuento los detalles, lo importante es que voy a ser papá... ¡¡voy a tener un hijo¡

Augusto duerme ya en su cama placidamente. Gabriela está de pie. Lo mira enamorada. Se acaricia el vientre.
--un hijo... ¡¡voy a tener un hijo...¡
Se le escapa una lágrima:
--pero no puedo estar con él.
Lo ama y le duele mucho tomar esa decisión:
--tengo que alejarme de él...
Tener a su hijo con él será el mayor premio que le ha dado la vida. Sabe que Augusto va a sufrir pero no se atreve a enfrentar a Paulina. Antes quiere estar segura que su madre está bien. Llama a la clínica pero las noticias que recibe no son las que ella esperaba.


Gabriela está en el jardín de la mansión. Está usando el celular que le dio Paulina para comunicarse con ella. Ésta se encuentra en las islas griegas fornicando apasionadamente con su negrito delicioso. Les interrumpe el teléfono.
--¡no pares...¡ ¡¡no pares¡ --jadea Harold.
Paulina, que es la que está encima, no soporta que la interrumpa en un momento así:
--Es Gabriela... tiene que ser importante... eso espero por su bien --jadea ella.
Harold se queda frustrado. Paulina busca el celular.
--¿ha pasado algo?
Gabriela está muy sofocada.
--He tratado de saber de mi madre.... Dicen que no está en esa clínica... ¿¿que has hecho con mi madre?
Paulina se le rie:
--tu madre está fuera del pais...
--¡¡eso no puede ser...¡ ¡¡yo quiero ver a mi madre¡ --Desesperada.
--¡Tu ahora eres Paulina y no tienes madre¡
Gabriela está muy aturdida. Como decir que espera un hijo del esposo de Paulina.
--¡el tratamiento de tu madre se alargará por meses... de ti depende que vuelvas a ver a tu madre viva...¡ ¡¡y no me vuelvas a llamar por una tonteria...¡
Gabriela le suplica pero Paulina no sólo la corta sino que desconecta el celular. Mira a su negrito que la espera desnudo en la cama con cara de depravado.
--¿en donde lo dejamos? --dice ella.
Los dos se miran como bestias y se unen sus cuerpos de una forma salvaje. Gabriela se relaja caminando un buen rato. Finalmente vuelve con su falso esposo.
--Las cosas se harán como quiera Paulina...
Ella no ha hecho nada que no estuviera en los planes. Mira a ese atractivo esposo con el que está obligada a compartir casi un año de su vida. Se acuesta a su lado. Se pega a él. Se siente feliz. Ya lo ha decidido. Paulina es su esposa pero ella es la que le dará un hijo cuando ella llegue será el momento que Augusto sepa la verdad y decida si quedarse con su esposa o la madre de su hijo.


Tom y Eduardo se están duchando juntos entre besos y abrazos. No deja de sonar el celular de Eduardo. Conoce el politono.
--Daniela me está haciendo la vida imposible...
Tom es muy feliz cuando está junto a su primo. No le importa nada más.
--ya, deja a Daniela... Ya se cansará...
Pero no se cansa. Eduardo sale todo desnudo y mojado. Tom lo mira con deseo
--No te vayas... --le suplica frustrado.
--Es que me está volviendo loco...
Eduardo desconecta el celular. Tom se acerca a él. Lo abraza por la espalda y lo tira sobre la cama.
--ahora nadie nos molestará.
Tom trata de besarlo, de hacerle sentir deseo pero Eduardo no deja de pensar en Daniela y eso molesta a Tom.
--¡ya estoy harto que Daniela se meta entre nosotros...¡¡ ¡en maldita hora nos tuvo que ver...¡
Eduardo se pone los calzoncillos.
--ya es tarde para arrepentirse, Daniela nos tiene bien pillado y sólo diciendo la verdad salimos de este lio...
Tom mira enamorado a Eduardo:
--bueno, ya sabes que a mí...
Pero Eduardo no lo deja seguir:
--¡nuestras viejas se mueren...¡ ¿eso es lo que quieres?
--No --dice Tom con un hilo de voz-- yo sólo quiero estar contigo.
Eduardo le pone las manos en las mejillas:
--Yo estoy a tu lado pero no nos vamos a librar facilmente de Daniela...
--¡es que estoy harto de sus chantajes...¡ ¡¡Esa niña es una cualquiera...¡
A Tom le da rabia saber que a Daniela le gusta tanto Eduardo y que está dispuesta a todo por él.
--¿y si la volvemos a engañar? Con una vez seguro que tiene suficiente...
Eduardo se aparta de él.
--No, eso creíamos antes... Si me hace chantaje ahora porque cree que fui el primero... Cada vez va a ser peor...
--¿y entonces?
Eduardo hace que no sabe con la cabeza. Tom abraza a su primo. No lo quiere perder. Teme que la presión acabe haciendo que lo pierda. Tom se muestra desesperado.
--¡Estoy enamorado de ti, vivir sin ti no puedo¡
A Eduardo le emociona tanto amor que le da Tom y por eso se ha dejado querer pero ahora no sabe qué hacer.

Gabriela está ya totalmente integrada en la familia de su falso esposo. Ese domingo en las semanal reunión familiar, un feliz Augusto les anuncia a todos.
--¡vamos a ser papás¡
Felicitaciones, abrazos, brindis. Gabriela y Augusto se miran totalmente enamorados. Él la cuida mucho. Es muy amoroso con ella.
--tú brinda pero no puedes tomar...
Durante el brindis él le guiña el ojo:
--te amo... --dice él.
Ella lo mira enamorada. Ama a ese hombre. LLeva un hijo en su vientre. Ella es parte de él y él es parte de ella. Ya está perdiendo el miedo. No es una intrusa en su vida.
--te amo --dice ella.
Augusto sabe que es sincera y lo celebra con un beso. Augusto padre está muerto de la rabia. Esa mujer le excita mucho y no soporta que ya no sea su amante. Manuel mira a la joven con cara de depravado. Eduardo está muy contento por su hermano. Nunca lo vio tan feliz. No pensó que se lo debería a Paulina pero se siente agradecido con ella. Los pequeños Araceli y Gus están encantados con la llegada del hermanito. Gabriela les deja que le toquen el vientre, que peguen el odio en el vientre. Augusto mira a su esposa feliz. Suspira. Eduardo lo abraza por los hombres.
--quien te lo iba a decir ¿no? Finalmente nos has callado la boca a todo...
--Paulina me hace feliz... muy feliz... --susurra Augusto dulcemente.
Daniela les dice a todos que tiene algo que contar. Ni a Eduardo ni a Tom les gusta la mirada desafiante de ella. La han nota rara, les oculta algo. No saben qué puede ser y eso les preocupa.

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