martes, 16 de febrero de 2010

capitulo 6



Augusto y Gabriela son muy cariñosos el uno con el otro. Él le guiña el ojo. Augusto busca su ropa. Gabriela le busca ropa interior limpia.
--¿has recogido mi ropa? --dice Augusto mirando la silla.
--claro... Soy tu esposa. me corresponde hacerlo.
Tocar su ropa y en especial sucia es algo que le daba asco a Paulina.
--vaya¡ si que has cambiado...
Pero no dice nada más porque no es el momento. Se viste muy deprisa. Gabriela los ve irse por la ventana. A padre e hijo. Se van juntos. Espera a que su marido se gire y la mire pero no lo hace. Augusto no acaba de imaginar lo importante que está siendo para esa mujer que para él es su esposa pero en realidad son unos desconocidos. Él que sí ve a Gabriela es Augusto padre. La mira con cara de degenerado y ella siente que ese hombre es una amenaza. Gabriela enseguida se mete dentro. Mientras Augusto hijo está por arrancar el auto, su padre le dice:
--No puedes ir tu solo? Es que no me siento nada bien...
--si claro...
Lo que Augusto no sabe es que su padre lo que pretende es acostarse con su esposa. Se va tranquilo. Augusto sube a su cuarto con cara de degenerado. Se viste, se perfuma bien. Agarra una caja con una joya y va hacia el cuarto de Gabriela. Ésta lo cree fuera y está tranquila. Mira las cosas de Augusto. Le gusta tocarlas y quiere saber todo de él. Augusto padre irrumpe en el cuarto.
--¡te traje un regalito para que me hagas esas cosas ricas que me gustan¡
Gabriela lo mira sorprendida:
--¿¿que hace usted aquí?
Augusto padre se le acerca peligrosamente:
--Me debes un buen polvo...
Gabriela le lanza todo lo que tiene a su alcance:
--¡¡largo degenerado¡
El rechazo de ella lo excita aún más a él:
--Aunque mi hijo sea el que tenga la mayor parte del dinero yo te puedo conseguir mucho... ¡¡todo lo que quieras...¡
Augusto babea por esa mujer y Gabriela siente mucho asco.
--¡¡se larga... ya le he dicho que no soy una prostituta¡
Augusto no puede acercarse a la que cree su amante porque esta no hace más que tirarle ahora todos los zapatos de su marido.
--¡¡me has sacado muchas joyas a cambio de dejarme pasar un buen rato¡ ¡¡ahora no puedes jugar a la decente...¡
--¡¡si el problema son las joyas se las regalo todas...¡ ¡¡no quiero nada de usted y debería darle vergüenza hacerle esa cochinada a su hijo...¡
Augusto se va vencido pero furioso y antes advierte:
--Esto no quedará así...
Gabriela se ha sacado un peso de encima cuando al fin está sola. Ella esperaba vivir un infierno al lado de su falso esposo y ahora se da cuenta que el infierno lo traia Paulina.

Por otro lado. Adrian esta muy triste mirando a su pequeño. Virginia lo abraza. A Adrian se le escapa una lagrima:
--mis padres estas deshechos... es que si le pasa algo a Adriancito... yo me muero.
Virginia lo besa. Le besa las lagrimas:
--te amo... no debes pensar en cosas tristes. Daniela es fuerte, saldrá adelante.
El amor de su esposa le va haciendo olvidar todo. Caen a la cama besandose y diciendose muchas veces que se aman. Mientras duerme al lado de su esposo, Virginia sueña que hace el amor con un negro . Fornican como bestias.
--dime cosas guarras ... --le dice ella.
Él obedece y eso la excita aun más. Virginia esta feliz en los brazos del negro:
--nunca pense que estaria con otro hombre... hasta ahora solo habia sido de uno.
El negro recorre el cuerpo desnudo de la joven mientras le dice:
--ahora sólo querrás estar conmigo.
Ella se aferra a él.
--¡¡quiero verte... quiero verte otra vez...¡
--me veras siempre que quieres...
Virginia se despierta sofocada.
--¡¡que es esto¡?
Se siente mal por su esposo. Siente como si lo hubiera engañado. Se levanta y se pone una bata. Adrian duerme tranquilamente. Virginia mira a su bebé. Se siente culpable por haber tenido un sueño erotico.
--¡¡y con un negro¡¡
Acaricia a su bebé:
--estoy sugestionada. No tiene nada de malo...
Pero el sueño la aturde.

Augusto llega a la mansión muy cansado. Gabriela lo esperaba ya en la sala. Se le tira encima. Lo abraza con desesperación. Después del desagradable encuentro con el padre necesita refugiarse en el hijo. Augusto la nota angustiada:
--¿pasó algo?
Ella trata de disimular:
--No... no... te echaba de menos...
Augusto sonrie con dulzura. La besa.
--¿como está tu prima?
--estable... no dicen nada más...
Augusto se va desnudando:
--estoy molido...
Gabriela le va dando un masaje. Él jadea:
--eres una caja de sorpresas... No sabia que supieras hacer esto...
Augusto cierra los ojos. Siente una gran paz.

Virginia no puede dormir. Trata de convencerse así misma que un sueño no tiene importancia pero no deja de pensar en el guapo negro del sueño. Se siente muy excitada y eso es algo que no la deja dormir. Le cuesta conciliar el sueño. Se aferra mucho al cuerpo desnudo de su esposo. Logra dormirse. Vuelve a soñar con el negro delicioso.
--quiero verte todos los dias --le dice él.
Ella esta loca por él.
--¡¡yo tambien...¡
--Necesito una prueba de tu amor...
Ella no lo duda. Se saca su alianza de la boda y se la pone al negro.. Luego se funde en sus brazos. Se despierta sofocada. Ya ha amanecido. Se calma al ver que tiene el anillo. Adrian esta en la ducha. Se levanta envuelta en la sábana:
--¿¿que me esta pasando?
Virginia se acerca a su bebé que la mira muy despierto. Se siente culpable.
--Yo amo a tu papa... Estos sueños no significan nada...
Pero se estremece al pensar en el negro haciéndole el amor y eso es lo que peor lleva. Adrian se acerca a ella desnudo y la abraza. La besa en el cuello. La siente distante:
--¿que te ocurre?
Él se muestra muy amoroso y ella se da cuenta que algo ha cambiado que ya los besos y las caricias de su marido no la llenan, que solo piensa en el sueño. Se lo quiere sacar de la cabeza. Se dice que es un sueño que no es verdad pero se estremece al pensar en su negro y no mientras su marido la tira a la cama y la hace el amor. Ella no le dice nada. No deja hacer y finge que disfruta con él. No le puede decir del sueño pues le haria sentir poco hombre si se entera que su mujer tiene sueños eroticos con un negro y que por eso ya no esta disfrutando con él como antes.

Augusto está en boxers estirado sobre la cama, Gabriela le da un buen masaje y él tiene una cara de gusto. Luego los dos se preparan para dormir. Él se queda dormido bien relajadito en los brazos de su falsa esposa mientras ella lo mira con mucho amor.

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