martes, 16 de febrero de 2010

capitulo 17



Harold se ha acostado con una de las chicas de servicio de Augusto y Paulina. La joven mira al negro con interés.
--¿nos volveremos a ver?
Él es muy coqueto.
--es que me voy de viaje...
A la joven le preocupa que:
--No digas nada de lo que te he contado de mis señores...
Harold le guiña el ojo. Sonríe para que se confíe:
--si tampoco me has contado nada...
Cuando la joven se va, Harold se ríe.
--Ay que ver con que facilidad las mujeres se bajan las bragas y te cuentan todo...
Luego se mira al espejo y se sonríe:
--¡es que nadie se te resiste¡
Se siente muy orgulloso del encanto que despierta en las mujeres.
Harold llama a Paulina a su celular. La joven está tomando el sol en la playa.
--ya era hora, me tenías preocupada.
Harold sabe cómo hablarle para que no se enoje. Le cuenta que si ha tenido un accidente, que ha estado muy grave. Paulina se angustia pero Harold le dice que todo está bien.
--¿y qué has averiguado?
--Augusto está muy feliz en su matrimonio contigo... No sospecha que eres otra... Todos en la casa piensan que la que está es Paulina.
Paulina se ríe:
--¡es que soy brillante...¡ Ya que me ha salido tan bien cada vez que me harte de ese imbécil acudiré a Gabrielita...
Paulina no deja de real.
--la tal Gabriela ha dado una sorpresa... --Harold.
Como no la han descubierto, Paulina no piensa que sea nada importante. Con desprecio le dice:
--¿esa esa idota...?
Y como no sabe como decirle le suelta de golpe:
--¡es mamá...¡
Después del primer momento de shock luego se enfurece:
--¡debí vigiliarla... ¿¿pero quien iba a pensar que se iba a pasar de lista? ¡claro vio todo el dinero de mi marido y se quiso quedar con él¡
--y ahora qué pasa...
--Averiguar las cosas...Saber si he sido yo la que he tenido un hijo y de ser así por defender a mi marido y a mi hijito... –dice con sarcasmo.
--ya hice unas llamadas, legalmente es tu hijo. Gabriela no ha tenido un hijo, tú sí...
los dos se ríen.
--me gusta esto de tener un hijo del imbécil de Augusto sin haber parido... No tener un hijo es lo único que ponía en peligro mi matrimonio así que ahora nos deshacemos de Gabriela y yo vuelvo con mi familia...
Los amantes están muy contentos por lo bien que les han salido las cosas.
--Seguro que mi maridito me va a regalar todo lo que yo le pida a cambio de esa hija tan bella que le he dado --Paulina con ironía.
--Por cierto, tu hijita se llama Gabriela...
Paulina no deja de reír victoriosa:
--¡esa imbécil creía que me iba a quitar a mi marido y yo le voy a quitar a su hija...¡
--Su hija no... Ante la ley es hija tuya... A ella le va a costar demostrar que es la madre... eso si lo logra...
--Y yo puedo hacer creer a todo el mundo que es una pobre loca...
Los amantes venga a reir mientras ultiman los detalles del nuevo plan. Paulina les ordena que vigile a Gabriela mientras ella regresa de inmediato.

En la noche, Virginia duerme en brazos de Adrián. Como casi siempre se han ido a dormir enfadados porque ella no ha querido hacer el amor con él. Ahora más que nunca. Se levanta en plena madrugada. Harold sonríe a verla.
--es que no puedo vivir sin ti...
Hacen el amor y luego le dice a Virginia que es casado:
--si quieres volver a verme me tendrás que avisar...
Virginia se siente mal. No sabe que le está pasando.
--¡no volveré¡
Y se va sofocada. Harold sigue divertido.
--volverás y aceptarás lo que yo quiera...
Virginia se siente avergonzada por su infidelidad pero no puede dejar de pensar en Harold. Trata de olvidarlo centrándose en su hijo pero no sabe porque no hace sino ver a Harold en el rostro de su hijo.





Tres dias después, Gabriela le está cambiando los pañales a su hijita. Augusto está en boxers. Discute con uno de sus empleados.
--No, claro que no. Dije que quería las próximas semanas libres para disfrutar de mis hijos.
Le dicen a Augusto que el cliente no firma si no lo habla con él.
--¡que, no, que no puede ser¡
Gabriela ya ha cambiado a la niña. Con ella en brazos, se acerca a su amado y le saca el teléfono.
--Mi esposo viene en seguida...
Ya le sale muy natural decir su esposo. Es tan fácil amar a ese hombre y ahora con una hija en común siente que todo está a su favor. Augusto mira a su falsa esposa con fastidio:
--mi amor, pero te prometí que me iba a quedar contigo...
Gabriela le calla con un beso:
--pero te necesitan...
Augusto se da por vencido:
--voy y vengo...
--aquí te espero...
Se miran coquetos. Se besan una y otra vez. Él se hace el remolón.
--No me quiero ir...
--cuanto antes te vayas antes volverás...
Se besan enamorados. Entonces él se viste de prisa.
--No me tardo...
--aprovechando que los niños están en la escuela me irá a dar una vuelta con la niña...
--pero que te acompañe una de las chicas de servicio.
Gabriela le sonríe. Le gusta que sea tan protector, que se preocupe tanto.
--pero no seas tan exagerado... la urbanización es muy tranquila, no me alejaré...
Augusto se abrocha los pantalones. Luego la abraza:
--cuidate...
Augusto le hace mimitos a su hija y se despide de la que cree su esposa. Se despiden con la idea de verse en un rato. Escondidos tras unas matas, Harold y Paulina espian la casa. Ven salir a Augusto. Paulina mira a su esposo con desprecio.
--¡es más horrible de lo que me pensaba...¡ ¡¡mira que cara de idiota...¡ ¡¡es que es tal para cual con la inútil de Gabriela¡
Los dos se ríen. Harold la mira seductor.
--Es que en la cama tú necesitas un macho como yo...
Paulina casi se deja llevar por el deseo pero resiste.
--¡tenemos que entrar...¡
Pero no hace falta. Sale Gabriela, sola y con la niña. Paulina sonríe.
--¡ni planeado nos sale la cosa tan bien¡
Sin saber del peligro que está corriendo, Gabriela cruza una esquina. Harold se tira sobre ella, le da un empujón. La joven se golpea la cabeza y pierde el conocimiento. Harold vigila que no pase nadie. Paulina le quita la ropa a Gabriela. Se la pone encima de la suya y se va con el bebé que no deja de llorar. Entra en la mansión como si volviera de un paseo. Harold cubre el cuerpo de Gabriela con el contenido de cubos de basura que están en esa calle.

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