martes, 16 de febrero de 2010

capitulo 9





Augusto está muy impresionado por el descubriento que ha hecho de que su esposa lo engañó:
--¡¡no es esteril...¡ ¡¡no lo es¡
A Augusto, ahora más que nunca, porque nunca había sido tan feliz, le duele descubrir que su esposa ha estado tomando anticonceptivos a sus espaldas. Sus ojos se llenan de lágrimas:
--porque me hizo esto? porque no quiere tener un hijo mio?
Augusto está conmocionado.
--¡¡Me ama... sé que me ama¡
Augusto nota a Paulina enamorada, contenta con él y no entiende porque no ha sido sincero con él.

Augusto sigue en shock por lo que ha descubierto. Se siente defraudado... Piensa en hacer un escándalo pero es demasiado feliz:
--no me puede engañar en sus sentimientos...
Es feliz con ella . no quiere estropear las cosas, tampoco renunciar a ser papá de nuevo. Piensa en en que esos días ha sido más feliz que en toda su vida y que tener un hijo sería el broche de oro.
-¿y si me mentió? ¿es que no quiere tener un hijo mio?
pero le ilusiona ser papá:
--a ver que pasa...
No quiere aceptar que su amada no quiere tener un hijo suyo:
--a lo mejor tiene miedo... yo le ayudaré a superar ese miedo...
Busca en el botiquín. Encuentra unas pastillas iguales a las anticonceptivas:
--esto dará el pego...
Tira las anticonceptivas por el inodoro y en su lugar pone las otras:
--vitaminas... siempre vienen bien...
Guarda el frasco tal y como lo dejó su supuesta esposa. Está muy ansioso:
--perfecto... no se nota nada...

Augusto siente que si su esposa lo ha estado engañando ahora él se la puede devolver.
--ella me ama y cuando tenga a nuestro hijo en brazos se le va a olvidar toda la tonteria...
Augusto se frota las manos:
--¡¡ahora sólo me falta tener buena punteria...¡
Augusto está muy ilusionado con la idea de ser papá. Él y la supuesta Paulina unidos para siempre en un nuevo ser:
--¡ojalá sea pronto...¡ ¡¡tiene que ser pronto...¡
Augusto se va corriendo hacia la oficina. Tiene que hacer un esfuerzo para que no se le note todo lo que ha descubierto. Entra en su despacho. Gabriela lo está ya esperando sorprendida:
--donde estabas?
--en el baño...
Augusto se sienta en su butaca. No mira a los ojos a su esposa. Para que su plan dé el resultado esperado es muy importante que Gabriela no sospeche nada. Revisa los papeles que le trajo su esposa mientras le dice:
--Llevo un buen rato esperando...
--es que me dio un apretón... --dice con una timida sonrisa.
Gabriela siente que pasa algo pero no imagina el qué:
.--me dijeron que no habias llegado...
--es que fui directo al baño...
él habla con cara de bueno que no puede dudar de él. Augusto se levanta y la abraza:
--lo importante es que sepas que te amo... nada importa más que te amo...
Gabriela responde enamorada:
--Yo también te amo...
Y cada vez suena más sincero pero a cada momento que pasa con él se va enamorando más y más. Augusto sonrie a su esposa satisfecho:
--entonces no importa nada...
El supuesto matrimonio se besa apasionadamente. Los interrumpe el sonido del celular. Los hermanos hablan un rato más. Por gestos Gabriela le dice que lo deja solo y Augusto que no. Cuando cuelga la abraza.
--Daniela se está recuperando... ¡Va a vivir¡ ¡Quiero ir a verla¡
Gabriela acaricia las lágrimas de su esposo:
--¿me dejarás estar a tu lado?
Augusto sonrie con tristeza:
--Claro.
Se abrazan con ternura. En el camino van hablando de la soledad de Eduardo. Augusto no entiende porque nunca ha visto a su hermano con alguien.
--me hubiera gustado que mi hermano encontrará una mujer tan buena como tu, que fuera tan feliz como yo...
Esas palabras golpean la consciencia de Gabriela. Por un lado le duele estar engañando a Augusto y del otro se siente culpable por estar disfrutando mientras su madre, sola, trata de luchar contra la muerte. Mira a los ojos a ese hombre y no puede más que sentir amor. Así se demuestra, se jura así misma que lo hará todo lo feliz que pueda mientras esté a su lado. Siente una gran angustia al pensar que esa felicidad que siente es temporal pero no quiere pensar, solo quiere vivir con Augusto y amarlo.

Eduardo camina en slips, la prenda es muy pequeña para algo tan grande. Verlo así es todo un espectáculo. Tom lo mira loco de deseo. LLega unos boxers grandes.
--Ven, tranquilo. Vamos a la cama.
Pero Eduardo lo rechaza molesto.
--¡todo esto es por tu culpa...¡ ¡¡yo te dije que era un error¡
Tom siente mucho cariño y deseo hacia su primo.
--Tú tenías tantas ganas como yo...
Eduardo se sienta sobre la cama. Mira a Tom dolido:
--No debiste decirme que me amabas...
Tom en cuclillas. Es muy cariñoso con él.
--Sé que mi llegada molestó a todo el mundo, el bastardo, el que no sabe quien es su padre...
Eduardo lo acaricia y le dice:
--eso no tiene nada que ver...
Pero Tom le pide que no le interrumpa:
--tú fuiste el único que me hizo sentir querido, por ti supe que eras gay y me acabé enamorando de ti... Al ver que nunca tenias novia pues me hice ilusiones y no pude más... ¡tú me correspondiste¡
Eduardo lo abraza.
--sí, me gusta estar contigo pero... ¿te das cuenta? Daniela nos vio como nos besámos, por eso cruzó corriendo... Por eso ha estado al borde de la muerte... ¡Como vamos a enfrentar esto¡
Los amantes se abrazan con preocupacion. Tom además siente celos. Se levanta, empieza a dar vueltas por la habitación.
--Siempre supe que Daniela estaba detrás de ti...
--ahora no es momento para sentir celos... Daniela quiere que me acueste con ella o les dirá a todos que somos maricones y amantes... No va a ser una buena noticia...
--¿y lo harías?
Tom está más preocupado por sus celos que por que lo descubran. Eduardo se muestra alterado:
--¡claro que no, jamás lo hice con una tia y menos lo haré con mi prima¡
Tom se queda más tranquilo, entonces tiene una idea.
--La citas en el apartamento, te muestra asi como estás... apagas la luz, le dices que ahora vuelves y en el baño estará un profesional que hablemos contratado y que se acueste con él creyendo que eres tú...
A Eduardo le parece demasiado pero no encuentra otra manera para salir del problema.


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